SOBRE NOSOTROS
UN POCO DE HISTORIA
Cuando nacieron mis hij@s nunca imaginé que traerían tanto color a nuestras vidas. Hasta que pisamos por primera vez una guardería a la edad de 2 años y 2 meses no nos había llamado la atención “nuestra normalidad”.
Cuando al entrar en contacto con el sistema educativo percibes que tu hij@ no juega igual que los demás, no encuentra su sitio, se fija en pequeños detalles del mundo que otros no perciben o disfruta con actividades que hasta entonces no percibiste que los demás niños no apreciaran, es cuando sabes que algo es diferente.
Tal vez siempre lo supiste, pero al final, tu día a día no te llama la atención hasta que aparece el “grupo de iguales” y, entonces, lo ves.
LA LUCHA DE COLORES
Cuando ves esa madurez en un cuerpo tan pequeñito, esas emociones tan profundas, ese humor desternillante y esa grandísima sensibilidad, y a la vez te das cuenta de que todo eso tan maravilloso que desprende se apaga al entrar en el colegio te preguntas…
¿Por qué?
¿Qué falla?
Yo soñaba con un colegio con buenos resultados académicos, buenas instalaciones, buen nivel en otros idiomas, cerca de casa, pocos niños por aula… Y no pensé en la inteligencia emocional, en la atención a la diversidad, en el equipo de orientación…
¿Cómo iba a buscar un colegio con cosas que desconocía?
Cuando tu hij@ tiene 3 años probablemente “no lo ves” y cuando te das cuenta de tu equivocación es cuando es el colegio el que “no le ve”. Y así fue, cuando en Infantil, empezó nuestra lucha contra el “yo no lo veo”, los enriquecimientos extracurriculares privados, las actividades motivadoras, los cambios de colegio, la lucha por la evaluación y, en definitiva, la Lucha de Colores.
CÓMO SURGIÓ EL PROYECTO
Cebras de Colores surgió como un proyecto personal.
De hecho, fue un@ de mis hij@s quien un día, hace unos años, lo dibujó y me dijo
«¡Mira mamá, soy yo, una Cebra de Colores!«.
Y no pude estar más de acuerdo.
Las cebras son animales salvajes muy difíciles de domesticar, aunque el ser humano lo ha intentado en muchas ocasiones a lo largo de la historia igual que el sistema educativo actual intenta «domesticar» a los niños con altas capacidades que deben encajar en un sistema que no ofrece opciones, recursos, ni atención para ell@s. Además, las rayas de las cebras son únicas, son como huellas dactilares, no hay dos cebras iguales.
ALTAS CAPACIDADES
En los niños con altas capacidades también se tiende mucho a generalizar con cuestiones que ya aburren como que a todos les encantará el ajedrez, los puzles, llevarán gafas de pasta o tendrán pocos amigos…
¡MITOS!
Cada niñ@, con altas capacidades o no, brilla por sus propios COLORES.
Así que sí, nos encantan los colores, los talentos que cada un@ tiene y aquello por lo que cada cual brilla. Y esto, me lo han enseñado mis hij@s y me lo recuerdan cada día.
Esperamos que Cebras de Colores siga avanzando con proyectos que ayuden y den respuesta a todas las demás Cebras que andan perdidas, que no saben por dónde empezar, a las que les han apagado sus colores, las que quieren que los vean y las que buscan recursos o apoyo.
Esta es vuestra casa, sentiros cómod@s, ya no estáis sol@s ni lo estaréis nunca más.
Bienvenid@s.
Gracias de corazón a mis Cebras de Colores.
Esto es por y para vosotros.
Os amo Sara y David.